Afasias: cuando el daño cerebral afecta a la producción oral del lenguaje. Enfoque cognitivo.

El pasado 6 de marzo fue el Día Europeo de la Logopedia, y este año estuvo enfocado al Daño Cerebral Adquirido (DCA). Por ello desde Hablando Logopedia nos gustaría hablaros un poco más sobre consecuencias que este trastorno puede tener en el lenguaje.

El daño cerebral adquirido es resultado de una lesión súbita en el cerebro que puede tener diversas causas: accidente cerebrovascular (ACV), traumatismo craneoencefálico (TCE), etc. Así mismo las lesiones ocasionadas por el DCA pueden ser muy heterogéneas, dependiendo de las áreas afectadas, la gravedad, etc. Cuando la lesión afecta a áreas encargadas del lenguaje se produce lo que denominamos AFASIA, y puede afectar tanto a la comprensión como a la producción del lenguaje.

Si la lesión afecta a la comprensión del lenguaje se le conoce como afasia de Wernicke y si afecta a la producción se le denomina afasia de Broca. No obstante esta es una clasificación demasiado “anatómica” y el propósito de este post es darle un enfoque cognitivo que, aunque más complicado, es más útil de cara a la comprensión del trastorno y la rehabilitación del mismo, pues se centra en los procesos de lenguaje.

Personalmente, el estudio de los procesos lingüísticos me parece un tema apasionante con el que me podría extender demasiado así que, he decidido centrarme sólo en los procesos de PRODUCCIÓN del lenguaje oral.

Cuando hacemos referencia a los trastornos de producción del lenguaje oral utilizamos, en general, el término ANOMIA. Aún así, hay varios tipo de trastornos de la producción oral puesto que son muchos los procesos que interviene en el habla y es por ello que todos pueden sufrir alteraciones. Explicamos a continuación los diferentes tipos de trastornos con los que nos podemos encontrar:

  • ANOMIA SEMÁNTICA

Las dificultades que nos encontramos a este nivel están relacionadas con los conceptos en sí. Son personas que tienen problemas para denominar pero también para acceder al significado de las palabras. Cometen errores semánticos, es decir sustituyen palabras por otras que se encuentran dentro del mismo campo semántico.

  • ANOMIA LÉXICA

En este tipo de trastorno las personas tienen acceso al significado de las palabras sin embargo tienen dificultades para encontrar la palabra que necesitan. Esto sucede porque no pueden recuperar la forma fonológica y ocurre lo que coloquialmente llamamos “tener la palabra en la punta de la lengua”. El habla de estas personas suele ser escasa en nombres, utilizan palabras más generales cuando no encuentran la que buscan y usan muchas circunlocuciones. Darle el principio de la palabra suele ayudarles.

  • JERGAFASIA

En la jergafasia hay dificultad para recuperar la pronunciación de las palabras, pero también para “comprobar” el propio lenguaje. Las personas que tienen dificultades a este nivel suelen utilizar palabras parecidas a las que quieren decir o incluso ser totalmente inventadas (neologismos). Este tipo puede parecer similar al anterior, pero esa incapacidad para revisar su propio lenguaje es una diferencia clave.

  • ANOMIA PARA LOS FONEMAS

En este tipo de trastorno la dificultad se sitúa en la selección de los fonemas, con lo cual las personas con alteraciones a este nivel eligen bien la palabra pero se equivocan en uno o más fonemas de la palabra, cometiendo errores fonológicos que originan palabras muy parecidas a la palabra objetivo. Además, es importante saber que cuanto más larga sea la palabra, más posibilidades hay de que cometan errores.

  • TRASTORNO EN EL ALMACÉN FONOLÓGICO

Este tipo de trastorno provoca unos errores similares al tipo anterior, pero el origen es diferente. En este trastorno la lesión afecta a la memoria a corto plazo (working memory), más concretamente al almacén fonológico a corto plazo. Es en este almacén donde se guardan, durante un breve tiempo, los fonemas que queremos emitir mientras se planifican las órdenes motoras, es decir, mientras preparamos la pronunciación. Así pues se producen errores fonológicos al igual que en el tipo anterior, pero aquí hay más errores al final de la palabra y la influencia de la longitud es más evidente.

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