¿Genios o excéntricos? Despejamos las dudas sobre el síndrome de Asperger

¿Qué es el síndrome de Asperger? Hace solo unos años, casi nadie había oído el término, sin embargo, hoy casi todo colegio parece tener un niño con este nuevo síndrome. En realidad se identificó hace más de cincuenta años, pero aún falta mucho por saber y, sobre todo, existen muchos mitos y desinformación. Por eso, en este artículo vamos a hacer un rápido repaso al Aperger: su historia y sus características en niños, pero también en personas adultas. Como siempre, te recomendamos que consultes a un especialista para saber más y nos ponemos a tu disposición en Hablando Logopedia para asesorarte.

Las primeras pistas

Aunque nos parezca reciente, la primera definición se publicó en la década de los sesenta por Hans Asperger, un pediatra vienés. Identificó unas pautas consistentes de capacidades y de conducta que tenían lugar en niños varones predominantemente.

Esas pautas incluían falta de empatía, poca capacidad para entablar amistades, conversaciones unilaterales, absorción intensa en un interés especial y movimientos torpes. Sin embargo, el trabajo pionero de Asperger no consiguió reconocimiento internacional hasta la década de los noventa. Por eso, hasta no hace mucho los padres y profesores tal vez se daban cuenta de que el niño era excéntrico, pero no tenían ni idea de por qué, ni sabían dónde acudir en busca de ayuda.

Los niños con este diagnóstico tienen severas y crónicas incapacidades en lo social, conductual y comunicacional.

• Cada niño es diferente, pero algunas de las características generales pueden ser:

– Socialmente torpe y difícil de manejar en su relación con otros niños y/o adultos. Ingenuo y crédulo.

– A menudo sin conciencia de los sentimientos e intenciones de otros

– Con grandes dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversación

– Se altera fácilmente por cambios en rutinas y transiciones.

– Literal en lenguaje y comprensión.

– Muy sensible a sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores.

– Fijación en un tema u objeto del que pueden llegar a ser auténticos expertos.

– Físicamente torpe en deportes.

– Incapacidad para hacer o mantener amigos de su misma edad.

• Según cada caso particular, pueden también tener:

– Memoria inusual para detalles.

– Problemas de sueño o de alimentación.

– Problemas para comprender cosas que han oído o leído.

– Patrones de lenguaje poco usuales (observaciones objetivas y/o relevantes).

– Hablar en forma extraña o pomposa, alteraciones de la prosodia, volumen, tono, entonación.

– Tendencia a balancearse, movimientos repetitivos o caminar mientras se concentran.

Los adultos Asperger

En los adultos, se mantienen algunas de estas características. La persona que lo presenta tiene un aspecto e inteligencia normal, frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas, pero tiene problemas para relacionarse con los demás a un mismo nivel de desarrollo.

La persona Asperger presenta un estilo cognitivo distinto. Su pensamiento es lógico, concreto e hiperrealista. Su discapacidad no es evidente, sólo se manifiesta al nivel de comportamientos sociales disfuncionales, proporcionándoles a ellos y sus familiares problemas en todos los ámbitos.

Una adecuada identificación y atención temprana, un buen ambiente familiar, una adecuada respuesta educativa, una alta capacidad intelectual y de aprendizaje, son factores que predicen un mejor ajuste social, personal y emocional en la vida adulta. Es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1000 nacidos vivos) que tiene mayor incidencia en niños que niñas, aunque es muy probable que exista un infra-diagnóstico del mismo en las mujeres debido a que en las chicas/ mujeres la presentación clínica es diferente.

Reconocimiento internacional

El síndrome de Asperger ha sido reconocido por la comunidad científica [DSM-4: Diagnostic and Statistical Manual]), en 1994 e incluído en 2013 como parte del TEA (Trastorno de Espectro Autista). En la CIE 10 (Clasificacion diagnostica de la O.M.S.) se mantiene como entidad propia. No obstante sigue siendo poco conocido entre la población general e incluso por muchos profesionales.

Aunque todavía no está siendo demasiado divulgado, en los últimos años hemos visto cómo ha aumentado de manera significativa el número de publicaciones, estudios y monográficos centrados en el Síndrome de Asperger. El gran vacío teórico con el que se enfrentaron tanto profesionales como las propias familias hace menos de una década, está dando paso a un mayor conocimiento del síndrome y aun mejor diseño de estrategias educativas y terapéuticas específicas para estas personas.

El reto: la formación

En la actualidad y principalmente en nuestro país el gran reto se encuentra en la formación de profesionales encargados de la educación y el tratamiento de las persona con síndrome de Asperger. El creciente interés que este síndrome ha despertado en la comunidad científica internacional está permitiendo que se avance y profundice en el conocimiento sobre las características definitorias, el perfil neuropsicológico específico y las estrategias educativas para potenciar al máximo el desarrollo y la calidad de vida de estas personas.

Todavía queda un largo camino por recorrer, ya que siguen existiendo enigmas sin resolver en torno a temas como la epidemiología específica de este síndrome, los criterios de diagnóstico diferencial con otros trastornos como el autismo de alto funcionamiento, el solapamiento con alteraciones como el trastorno obsesivo-compulsivo o la identificación de factores neurobiológicos responsables del perfil psicológico de las personas con SA.

Si tienes cualquier duda sobre este o cualquier otro síndrome, ¡no dudes en consultarnos!

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