La importancia de darle alimento sólido a tu hijo

Hoy en día, surgen muchas dudas respecto a cuándo introducir determinados alimentos y consistencias. Tenemos que tener en cuenta la influencia de la consistencia del alimento en el desarrollo de las estructuras orofaciales, las cuales están directamente implicadas en las funciones de masticación y deglución. Por ello, queremos explicar cómo y cuando debería ser la introducción del alimento sólido en el desarrollo del niño.

La FUNCIÓN DE LA MASTICACIÓN es el proceso por el cual se cortan, amasan, trituran y pulverizan los alimentos para extraer su jugo o para ser ingeridos. Se inicia con la erupción de los dientes. Es un acto fisiológico y complejo que implica actividades neuromusculares y digestivas. La función evoluciona gradualmente. Entre los 4 y los 6 meses el niño madura por completo la deglución y comienza una masticación rudimentaria, con una fuerza limitada, por lo tanto, la introducción de la alimentación sólida complementaria se iniciará al sexto mes de vida cumplido. A medida que erupcionan los dientes se debe ir adecuando la consistencia de los alimentos, para llegar a los 12 meses con una alimentación molida. Por ello, a la papilla inicial se le agregarán alimentos más duros, fibrosos y secos. Este proceso favorecerá la estimulación de la función masticatoria y deglutoria. A los 2 años y medio de edad, aproximadamente, el niño ya cuenta con la dentición temporaria completa y está listo para comenzar a realizar el mecanismo de moler los alimentos dentro de la boca.

Por otro lado, tenemos que saber que la EFICACIA DE LA MASTICACIÓN es la eficiencia de trituración y manipulación de alimentos entre los dientes, para formar un bolo alimentario que se pueda tragar. Esta eficacia depende de las características anatómicas orofaciales del sujeto, de la coordinación de dichas características anatómicas y de la consistencia del alimento utilizado.

Existe una amplia EVIDENCIA CIENTÍFICA que defiende cómo influye a las estructuras craneofaciales y estomatoglosognáticas, la exposición temprana de diferentes texturas y el tipo de consistencia alimenticia. Es decir, la falta de masticación puede comprometer el desarrollo muscular, estructural, la oclusión de los dientes, la estabilidad de la mandíbula…

Es por esto que muchos autores afirman que la INTRODUCCIÓN TARDÍA DEL ALIMENTO SÓLIDO PROVOCA UN IMPACTO EN EL CORRECTO DESARROLLO DE LAS ESTRUCTURAS que forman el sistema estomatoglosognático.

No obstante, hay que señalar que, por cuestiones deontológicas, los estudios que se han realizado hasta la fecha y que tienen datos sobre esta cuestión, han obtenido la información a través de explicaciones teóricas y de estudios descriptivos.

EL LOGOPEDA ESPECIALISTA EN TERAPIA MIOFUNCIONAL es el encargado de la prevención, detección, orientación y tratamiento temprano sobre las etapas alimentarias para reducir los impactos negativos que puedan suceder durante el desarrollo orofacial.

MUCHO CUIDADO con prolongar la etapa de dieta blanda y retrasar la introducción de los alimentos más sólidos de lo que evolutivamente corresponde. Permanecer con alimentos sólo líquidos o blandos, hace que el niño no desarrolle funciones de trituración y molimiento indispensables para ejecutar grupos musculares.

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