Aunque hayamos puesto a los niños protagonistas de este titular, no se puede decir que las faltas de ortografía sean un tema en exclusiva de los niños. Cada vez es más común encontrar, especialmente en internet y redes sociales, escritos de adultos con faltas de ortografía. Y ellos han de ser el modelo para los niños. Pero centrémonos en estos últimos. ¿Por qué lo niños cometen errores al escribir?
En primer lugar, por falta de atención. Ahora todo se hace rápido, y entre ese todo está el escribir. Los niños escriben sin fijarse en la corrección de su mensaje y no tienen el hábito de repasar una redacción, un examen, un ejercicio, un dictado…
Otras veces cometen el mismo error ortográfico varias veces sin darse cuenta. Esto es debido a que no memorizan la regla ortográfica adecuadamente porque no se les han enseñado las estrategias de aprendizaje para retener e interiorizar el fallo.
Los expertos consideran que las faltas de ortografía en los niños son habituales porque actualmente, cada vez es menos frecuente la escritura tradicional, con el avance de las nuevas tecnologías y los sistemas informáticos, la escritura de cartas y el correo tradicional cada vez son más inusuales.
Actualmente, la escritura abreviada que los jóvenes utilizan para escribir mensajes en los móviles y comunicarse a través de las redes sociales, es errónea y poco correcta. Éste sería otro motivo importante por el que cada vez los niños cometen más errores ortográficos.
Otra de las razones, puede esconderse en la falta de hábito de lectura en los niños. No sólo conlleva una mala ortografía, sino una falta de cultura, un déficit en la capacidad de crear argumentos para defender posiciones y una evidente pérdida de habilidades comunicativas.
En otras ocasiones, más “perdonable”, los errores se cometen porque el niño no habla de forma adecuada. Si un niño no pronuncia adecuadamente la r, es difícil que escriba bien las palabras que la lleven. O si otro niño confunde el sonido de la s y la z al hablar, los errores se repetirán en la escritura.
Por último, el caso más grave por el que los niños cometen faltas ortográficas se debe a una disortografía. La disortografía se puede definir como “el conjunto de errores de la escritura que afectan a la palabra y no al trazado o grafía” (García Vidal, 1989). Se refiere a la dificultad significativa en la trascripción del código escrito de forma inexacta, es decir, a la presencia de grandes dificultades en la asociación entre el código escrito, las normas ortográficas y la escritura de las palabras. De esta forma, las dificultades residen en la asociación entre sonido y grafía, o bien en la integración de la normativa ortográfica, o en ambos aspectos.
Pero, ¿qué podemos hacer los adultos?
- Mostrarnos calmados ante los fallos ortográficos del niño. Muchas veces simplemente le mostramos enfado pero no le enseñamos a solucionar el problema.
- No transmitirle nuestra preocupación excesiva por la ortografía.
- Motivarles en la utilización de una escritura correcta. Incentivándoles a escribir cartas, a participar en concursos literarios, etc.
- Ser nosotros ejemplo para el niño de una buena escritura y de un hábito lector.
Si necesitas alguna aclaración o te gustaría saber más sobre este tema, no dudes en ponerte en contacto con nosotras a través de nuestro correo info@hablandologopedas.com o a través de nuestro teléfono 692 777 844.