La semana que viene, más concretamente el 22 de octubre, es el Día Internacional de la Tartamudez. Por ello, desde Hablando, hemos querido dedicar el post de este mes a la tartamudez, para desmentir los mitos que giran en torno a ella y poder daros algunas consideraciones a tener en cuenta.
La tartamudez es una alteración en la fluidez del habla, que hace que se produzcan interrupciones involuntarias. Estas interrupciones pueden manifestarse de tres maneras: repeticiones, bloqueos y/o prolongaciones. Esto son lo que llamamos conductas primarias, son aquellas “visibles”. Y cabe destacar que no son excluyentes, es decir, que una persona con tartamudez puede tener sólo bloqueos o puede tener repeticiones y bloqueos… Es por ello que la tartamudez de cada persona es única.
Además, pueden existir entre las personas que tartamudean las conductas secundarias. Estas aparecen cuando el habla es más difícil, son las tensiones musculares que se producen en la cara y en el cuello, fuerza, movimientos asociados, etc. Cabe destacar que también se consideran conductas secundarias el miedo, la vergüenza, la culpabilidad, etc. Estas conductas secundarias son derivados de aspectos cognitivos y socioemocionales, consecuencia de las malas experiencias que los momentos de tartamudez ocasionan, y se van formando a lo largo de la vida de la persona. Por lo tanto, las conductas secundarias no se evidencian en las primeras manifestaciones de la tartamudez, es decir, cuando un niño empieza a tartamudear.
Para las personas que conocéis la tartamudez lo que vamos a exponer os puede parecer obvio, pero os sorprendería el desconocimiento que hay sobre este tema en la sociedad.
Consideraciones sobre la tartamudez y las personas que tartamudean:
- Aunque se pueda establecer una relación sobre sus inicios, la tartamudez no tiene su origen en sucesos concretos. Los últimos estudios indican que tiene un origen neurológico, aunque es una dificultad multifactorial y puede tener una importante carga genética.
- Hay un componente psicológico y emocional que influye en la tartamudez, pero NO es el origen.
- Aunque las situaciones que les exponen a hablar les pueden dar mucho que pensar y anticipan, no los hace personas más nerviosas. Es importante no hacerlos esperar cuando quieran hablar.
- Sus dificultades no les impiden tener trabajos en los que hablar tiene un papel fundamental: comerciales, actores, cantantes, profesores, etc.
- Muchas personas con tartamudez utilizan recursos y estrategias realmente ingeniosas para evitar que se note su tartamudez.
- No se les debe corregir, ni decirles que estén tranquilos, ni terminar las frases o palabras por ellos. Sólo hay que ser pacientes y comprensivos.
- Cada persona que tartamudea lo hace de manera diferente, es decir, no hay dos personas que tartamudeen igual.
- No por estar y hablar con una persona con tartamudez tú también vas a tartamudear.
Por lo tanto, en relación a las consideraciones anteriores, podemos desmentir los siguientes MITOS:
- NO SE CAUSA PORQUE…“FUE COMENZAR EL COLE Y EMPEZARON LAS REPETICIONES” “SE LLEVÓ UN SUSTO Y AHORA TARTAMUDEA” “LOS PRIMEROS BLOQUEOS EMPEZARON CUANDO NOS SEPARAMOS”, ETC.
- NO ES ALGO PSICOLÓGICO
- NO SON MÁS NERVIOSOS
- NO SON MÁS TÍMIDOS
- NO SON MENOS INTELIGENTES
- NO HAY QUE TRANQUILIZARLOS NI AYUDARLES A TERMINAR DE HABLAR
- NO TODOS TARTAMUDEAN IGUAL
- NO SE CONTAGIA
Y lo más importante… cuando estéis con una persona con tartamudez ¡DADLE TIEMPO! Sólo necesitan un poco más de tiempo para hablar, lo principal es lo que dicen y no cómo lo dicen.
Si quieres más información sobre tartamudez no dudes en ponerte en contacto con nosotras en el 692 777 844, en info@hablandologopedas.com o en Avda. Santiago, 26, bajo, 30007, Murcia.